La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, lideró un simulacro nacional en Oruro, Bolivia, donde se puso a prueba la capacidad de reacción frente a una posible emergencia ocasionada por la fiebre aftosa.
Este evento movilizó a 130 funcionarios del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria, SENASAG.
Los equipos técnicos atendieron los diferentes territorios supuestamente afectados, practicaron la toma de muestras y su envío a los laboratorios, simularon la puesta en práctica de medidas de control como la zonificación, la cuarentena de los predios y el sacrificio de animales infectados. Realizaron estudios epidemiológicos para determinar el origen de brote hipotético y se coordinaron con autoridades, ganaderos y de la fuerza pública, con el fin de atender el brote de forma integral.